Propietarios de un piso, condenados por una plaga de chinches que se extendió a la vivienda inferior
La Audiencia Provincial de Baleares ha dictado una sentencia en la que condena a los propietarios de un piso de alquiler a pagar una indemnización de 9.000 euros a sus vecinos. La condena se produce a raíz de una plaga de chinches que se originó en su vivienda y se extendió al piso inferior, causando graves daños y perjuicios a los inquilinos.
Además de la indemnización, los propietarios deberán cubrir los gastos de 6.925 euros que ocasionaron las fumigaciones y tratamientos realizados por los afectados para intentar erradicar la plaga. La sentencia también les obliga a realizar los tratamientos necesarios en su propia vivienda a través de una empresa especializada para asegurar que la plaga desaparece por completo.
Un “trasiego de gente” y objetos de la calle, el origen de la plaga
Según la resolución judicial, el origen de la plaga se produjo en la vivienda demandada, que sus propietarios arrendaban a «segundas o terceras personas». El tribunal considera probado que el «trasiego de gente» y el hecho de que subieran colchones y otros objetos recogidos de la calle fueron la causa de la infestación. Esto provocó una proliferación «sobremanera» de chinches en el piso superior, que terminó afectando a la vivienda de abajo.
“Innegable daño moral, además de económico”
El tribunal señala que los vecinos afectados no tienen ninguna responsabilidad en los hechos y que, por el contrario, sufrieron un «innegable daño moral, además de económico». Los magistrados destacan la «sensación de impotencia» y el «malestar interior» que la situación generó en los demandantes, que eran personas con enfermedades y que se encontraban bajo tratamiento médico. La sentencia enfatiza que la indemnización por daño moral busca resarcir precisamente ese desasosiego y zozobra que padecieron.
Los afectados intentaron solucionar el problema a través de la presidenta de la comunidad de propietarios, presentaron una denuncia que fue archivada y costearon ellos mismos las fumigaciones para intentar acabar con la plaga. Por todo ello, el tribunal considera que deben ser debidamente resarcidos por los daños ocasionados.