La ciudad autónoma de Ceuta atraviesa una de las mayores crisis migratorias de los últimos años. En apenas unas semanas, la presión en la frontera sur se ha intensificado con la llegada de centenares de personas que intentan alcanzar territorio español nadando desde las costas marroquíes, un fenómeno que las autoridades denominan ya el de los “nadadores”.
Cruces nocturnos y uso de la niebla como cobertura
En la madrugada del pasado sábado, alrededor de un centenar de inmigrantes —entre ellos varios niños— se lanzaron al mar desde la playa marroquí de Castillejos aprovechando la densa niebla para evitar la vigilancia. La Guardia Civil, en coordinación con las fuerzas marroquíes, logró interceptar a la mayoría, pero al menos siete menores lograron alcanzar la orilla ceutí.
Según las autoridades, esta modalidad de cruce se ha multiplicado en las últimas semanas, con operaciones similares que han llegado a movilizar a más de medio centenar de menores y decenas de adultos en una sola noche.
Centros de acogida desbordados
La llegada constante de menores no acompañados ha llevado al sistema de acogida de Ceuta al límite. Actualmente, la ciudad alberga 528 menores, pese a que las instalaciones disponibles solo tienen capacidad para 27 plazas.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, ha advertido que “una ciudad de apenas 20 kilómetros cuadrados no puede asumir el 3 % de todos los menores extranjeros no acompañados del país sin ayuda urgente”.
Causas y riesgos mortales
Los servicios de inteligencia señalan que los migrantes reciben indicaciones a través de redes sociales y mensajes de WhatsApp sobre los mejores momentos para lanzarse al mar. Este año ya se han recuperado 17 cuerpos de personas fallecidas en el intento, lo que pone de manifiesto el alto riesgo de estas travesías.
Petición de refuerzos y medidas de contención
Ceuta ha reclamado al Gobierno central el envío de al menos 200 agentes más de la Guardia Civil y la ampliación del espigón del Tarajal como medida física de contención. Además, se ha solicitado la agilización del plan de reubicación aprobado por el Ejecutivo, que contempla el traslado de 4.400 menores extranjeros desde Ceuta y Canarias hacia otras comunidades autónomas. Sin embargo, su ejecución avanza lentamente y ha sido criticada por la oposición.