Sinagoga Antigua España
El yacimiento arqueológico de Cástulo, situado en Linares (Jaén), sigue revelando capítulos sorprendentes de la historia peninsular. En esta ocasión, un equipo de investigadores ha planteado la hipótesis de que uno de los edificios excavados, conocido hasta ahora como una iglesia paleocristiana del siglo IV, podría tratarse en realidad de una antigua sinagoga, lo que modificaría sensiblemente el relato de la presencia judía en la Hispania tardoantigua.
El edificio en cuestión, denominado «Edificio S», fue excavado parcialmente en los años ochenta y retomado en las últimas décadas dentro del proyecto Forum MMX. Se trata de una construcción de planta basilical absidal cuya atribución inicial como iglesia nunca se sostuvo en pruebas contundentes. Las últimas campañas arqueológicas han recuperado materiales que apuntan en una dirección muy distinta.
Los principales indicios que han llevado a esta nueva hipótesis incluyen:
- Lucernas con menorá: Se han encontrado varios fragmentos cerámicos de lámparas de aceite decorados con el símbolo de la menorá, el candelabro de siete brazos, un elemento ritual fundamental del judaísmo.
- Tégula con menorá de cinco brazos: Se descubrió una teja con una menorá de cinco brazos, una iconografía presente en sinagogas de la diáspora judía.
- Grafito hebreo: Un fragmento de la tapa de una jarra cónica presenta un grafito hebreo, cuya interpretación exacta aún se debate («luz del perdón» o «Canto a David»), pero cuya mera existencia apunta a una comunidad judía.
- Ausencia de tumbas: A diferencia de los espacios eclesiásticos cristianos de la época, no se han encontrado tumbas dentro o alrededor del Edificio S.
- Arquitectura y planta cuadrangular: La estructura del edificio presenta características más cercanas a las sinagogas de Palestina y la diáspora que a las iglesias hispanas de la antigüedad tardía.
- Ubicación marginal y discreta: El edificio se encuentra en una zona algo aislada de la ciudad, lo que podría ser coherente con la situación de una comunidad judía en un contexto de creciente hegemonía cristiana.
Evidencias judías en el corazón de la Hispania romana
Entre los hallazgos destacan fragmentos de lucernas decoradas con menorás, una teja con menorá de cinco brazos y, sobre todo, un grafito hebreo en la tapa de un recipiente cerámico que podría traducirse como “luz del perdón” o “canto a David”. Estos elementos sitúan el edificio en un contexto litúrgico judío muy anterior a lo que las fuentes históricas habían documentado hasta ahora.
La ubicación del edificio refuerza esta hipótesis: se encuentra apartado del núcleo urbano y junto a unas termas romanas, un espacio rechazado por el culto cristiano primitivo. Además, no se han localizado enterramientos, lo que coincide con las prohibiciones religiosas judías sobre enterrar dentro de las ciudades. También su diseño compacto y casi cuadrado recuerda a sinagogas descubiertas en Palestina de la misma época.
Un hallazgo que reescribe la historia
Si se confirma su carácter sinagogal, el Edificio S sería uno de los testimonios más antiguos de una comunidad judía en la península ibérica. El hallazgo adelantaría en varios siglos la presencia activa del judaísmo en Hispania y abriría nuevas líneas de investigación sobre la convivencia religiosa durante el Bajo Imperio Romano.
Los autores del estudio, Ceprián del Castillo, Álvaro Expósito Mangas y Marcelo Ortega Díez, han sido prudentes en sus conclusiones, pero destacan la fuerza de los indicios reunidos. El hallazgo, más allá de su relevancia arqueológica, nos invita a revisar los relatos tradicionales sobre las minorías religiosas en la península. La historia de Cástulo podría así recuperar una voz olvidada: la de una comunidad judía que vivió, rezó y dejó su huella en las piedras mucho antes de que la historia oficial le reconociera su existencia.
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