El juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea ha aceptado la competencia para investigar como terrorismo el ataque con un hacha de un ciudadano pakistaní sobre el escaparate de un restaurante de comida rápida de un centro comercial de la localidad barcelonesa de Badalona.
El auto recoge el informe de la Fiscalía que defiende la competencia de la Audiencia Nacional al entender que, de lo actuado hasta este momento y sin perjuicio de lo que resulte de la investigación, los hechos encajan en un delito de integración/colaboración con organización terrorista al tratarse de una acción violenta a título individual o en solitario en cumplimiento de los postulados de la yihad.
Gadea explica que los hechos que tuvieron lugar el pasado día el 27 de marzo de 2024 en el centro comercial Magic de Badalona, donde el investigado Hamza W., en prisión provisional desde el día 20 de marzo, accedió al referido centro comercial, al parecer ataviado con un pañuelo palestino en la cabeza a modo de liturgia previa y portando un hacha de grandes dimensiones. A continuación, se dirigió al establecimiento de restauración McDonald’s en un momento en que, por las fechas (Semana Santa) y la hora, estaba presente una gran concurrencia de público. Una vez en el interior del local, blandió el hacha que portaba y acometió con ella un expositor, fracturando los cristales de una de las lunas, “causando un clima de terror e histeria colectivas entre las personas que en ese momento se encontraban” en el interior.
El atacante fue inmediatamente interceptado por un ciudadano que tuvo que esquivar los golpes y el ataque con el hacha, si bien logró inmovilizarlo. El propio agresor manifestó a un agente de la policía, en lengua inglesa, que había obrado movido porque había visto en el móvil niños palestinos que habían muerto en manos de americanos, en una suerte de acto de represalia.
El magistrado indica que en este momento procesal, y sin perjuicio de la necesidad de continuar la investigación a los efectos de su corroboración, existen indicios de que la actuación del investigado pudo estar motivada por su intención de obrar en apoyo y siguiendo los postulados de organizaciones terroristas yihadistas, como demostrarían sus propias manifestaciones, la forma de actuación dirigida un objetivo por su supuesta identificación con los valores occidentales y el porte de un arma blanca de grandes dimensiones. Todo ello, causó un clima de histeria y de terror, dice el juez, además del riesgo concreto para la integridad física de los allí presentes.
El instructor añade que el encausado grabó un video de despedida dirigido a su familia en Pakistán, en el que manifestaba que era probable que no les volviese a ver, actuación común en el caso de los denominados “muyahidines” o lobos solitarios.