El 28 de febrero de 1510 falleció Juan de La Cosa no precisamente de muerte natural. Seguro que ustedes saben que fue la primera persona que dibujó un mapamundi en donde aparecen las tierras del Nuevo Mundo buena parte de ellas descubiertas por Colón. Se puede ver en el Museo Naval de Madrid, está pintado en dos pieles de pergamino de más de 1,80 de largo y un metro de ancho en donde ya figuran todas las Antillas y las costas de los actuales Brasil, Venezuela y Colombia. Tiene una imagen de San Cristobal en alusión a Colón.
Pero me atrevo a decir que la gran mayoría desconoce que el que fuera uno de los mejores marinos de todos los tiempos falleció debido a las heridas que le provocaron las fechas envenenadas de los indios Yubarco que vivían en el actual Tubarco, un municipio del departamento colombiano de Bolivar. Algunas fuentes indican que su cadáver fue devorado.
Contando con la edad de 60 años el bueno de Juan de la Cosa se embarcó en una expedición comandada por Alonso de Ojeda con destino a tierras pertenecientes a la actual Colombia que partió de Sanlúcar de Barrameda el 4 de septiembre de 1509.
Al llegar a su destino Ojeda decidió desembarcar en la bahía del Calamar, lo que fue desaconsejado por Juan de La Cosa que ya había visitado aquella zona y sabía que por allí habitaban unos indios muy belicosos que lanzaban flechas envenenadas.
El comandante del expedición no hizo caso a nuestro protagonista y nada más desembarcar los españoles se vieron envueltos en un combate con esos indígenas del que salieron victoriosos. Ojeda ordenó perseguirlos y se encontraron con una emboscada en el poblado de Tubarco en donde murieron a causa del veneno de las flechas lanzadas por los indígenas. La gran mayoría de los expedicionarios, incluido Juan de la Cosa, murieron a causa del veneno de las flechas que les lanzaron los indígenas.
Ojeda logró escapar de la muerte junto a unos pocos de sus hombres. Al regresar en donde estaban sus barcos se encontró con la expedición de Diego de Nicuesa. Ambos capitanes decidieron unir sus fuerzas y atacar el poblado donde habían sido muertos Juan de la Cosa y los demás españoles. Una vez lograda la victoria es cuando se encuentran el cadáver de Juan de la Cosa cosido a flechazos, y según algunas fuentes, parcialmente devorado.